D&D: Honor entre ladrones

Ayer por fin tuve la oportunidad de ver esta película, a la que tenía muchas ganas. Dungeons and dragons: honor entre ladrones ha sido un nuevo intento de crear un blockbuster basándose en nuestro querido juego de rol. No lo ha conseguido, pese a haberle puesto muchos medios: el fracaso en taquilla ha sido sonado.

Pero más allá de cifras, veamos qué impresiones me ha dejado la película.

Honor entre ladrones
Cartel de la película. @Paramount Pictures

¿Honor entre ladrones?

No deja de llamarme la atención que siempre que intentan plantear una película basada en el juego de rol el protagonista sea un ladrón. En la penosa versión que hubo en el año 2000, donde lo más doloroso fue ver a Jeremy Irons cayendo bajísimo, se comenzó con esta curiosa costumbre. Por cierto, tengo entendido que hubo dos secuelas, pero me niego a verlas. En esta película, aunque la «clase» del protagonista sea la de bardo, su profesión (y la de su grupo de aventuras) es el latrocinio.

Pero eso es lo de menos.

Nos encontramos ante una película hecha para los fans del juego, sin lugar a dudas. Está llenísima de referencias que sólo aquellos que lo hemos catado, o que tenemos cierta culturilla relacionada con su mundo, podemos pillar.

Para empezar, las mencionadas clases de los personajes, que están clarísimas: el bardo, líder del grupo y protagonista de la historia, muy bien llevado por Chris Pine (que a mí ya me sorprendió para bien como nuevo capitán Kirk en el reboot de StarTrek); una guerrera, que interpreta Michelle Rodríguez en un papel hecho para ella; una druida y un hechicero; con la participación de un paladín durante parte de la historia.

En mi opinión, lo clavan. Están todos los clichés posibles: desde el hechicero que, en nivel 1, sólo sabe hacer pequeños trucos tirando a inútiles pero que, con el tiempo y la experiencia, se vuelve imprescindible en el grupo; la druidesa transformándose en hololechuza; el bardo, que parece que sólo sabe tocar canciones pero rebosa carisma (y mete buenas ostias con el laúd)… Hay hasta una coña evidente relativa a la rectitud del paladín.

Para continuar, cosas tan características como el cubo gelatinoso, las típicas trampas de un dungeon, las diferentes razas no humanas, el uso de hechizos y artefactos mágicos, o las localizaciones (Neverwinter, Baldur’s Gate…). Me he llevado una tremenda y muy grata sorpresa al aparecer el clásico «grupo B» de aventureros y ver quiénes eran (pero no te haré spoiler para que lo veas tú mismo). Y atención a la batalla final, con todos los PJs desplegando todos sus recursos en una escena que me recordó poderosamente a tantas y tantas partidas donde hice lo propio con mis colegas. En fin, la cantidad de detalles es enorme. Creo que sólo me ha faltado que apareciese algún D20.

Es que no falta ni el dragón, y ahí también se nota el toque personal que han querido darle. Me imagino la conversación que tuvieron:

– Oye, en una película de dragones y mazmorras habrá que meter un dragón, ¿no?

– La gente ya está cansada de dragones. Debemos darles uno que no puedan olvidar.

– Sujétame el cubata…

Lo que me lleva al punto principal de la película…

Mucho sentido del humor

D&D: Honor entre ladrones está escrita para reírse de sí misma. Sin dejar de ser una película de aventuras, está claro que han preferido optar por la comedia en vez de por la épica.

Y, para mi sorpresa, ha sido un acierto.

No se trata de una sucesión de chorradas, sino de una historia de aventuras con personajes muy bien trabajados, pero muchas situaciones cómicas y guiños al espectador.

Por ejemplo, la escena del interrogatorio a los cadáveres. Podría haberse planteado como algo bastante truculento, pero se ha convertido en un chiste sobre lo rígido de la regla del lanzamiento del hechizo: se pueden hacer cinco preguntas a un cadáver, ni una más… ¡ni una menos!

Mención especial a Hugh Grant, que hace un papel de villano muy carismático, haciendo contrapeso con la verdadera villana, la maga roja, que acojona.

Sin embargo, la sucesión de situaciones cómicas no elimina el hecho de que es una película de aventuras. Algunos combates son espectaculares, y hay escenas de acción muy bien llevadas, con fantásticos efectos especiales, como cuando utilizan los portales dimensionales. El único efecto que me ha rechinado ha sido cuando han utilizado el clásico truco de la perspectiva para introducir a un personaje diminuto (que, por cierto, interpreta Bradley Cooper), pero sospecho que ha sido a propósito.

Pero, si es una película tan buena, entonces…

¿Por qué no ha funcionado en taquilla?

Creo recordar que fue el propio Chris Pine, o tal vez Hugh Grant, quien explicó el problema: quisieron hacer una buena película de D&D, y lo han conseguido, pero no le preguntaron al público si quería ver una buena peli de D&D.

O dicho de otro modo, ésta es una película al servicio de los fans. De los jugones más jugones.

Si no pillas las múltiples referencias, no deja de ser una película más de aventuras. Entretenida y con toques de humor, pero falta de épica, de escenas grandilocuentes de ésas que te quedan en la retina.

Es decir, si no eres un fan de D&D, si no lo has jugado, o si no estás empapado de todo lo que rodea al juego y su mundillo, te estás perdiendo la verdadera esencia de esta película.

Y claro, para el común de los mortales, esto es así.

Conclusión

Sin duda, Honor entre ladrones es la mejor película de D&D que se ha hecho. Se notan los medios puestos, tanto en el plantel de actores como en los efectos especiales. El único pero que le pondría es la banda sonora, que para mí ha pasado sin pena ni gloria.

Y sobre todo, se nota muchísimo el cariño puesto con vistas al fan.

La he disfrutado muchísimo, aunque insisto en que juega a mi favor la experiencia con el juego. Por una vez, me ha venido bien ser demasiado viejo para esto.

5 comentarios en “D&D: Honor entre ladrones”

  1. Gran review de la peli, pude verla en cines y de nuevo al estrenarse en Netflix, y es bastante agradecida de ver. Tiene sus golpes de ingenio y bastantes frases que te sacan una risa. Un buen entretenimiento para pasar un rato divertido.

    Un detalle que me encantó fueron los efectos prácticos y el que hubiera multitud de personajes aquí y allá hechos con disfraces o marionetas en vez de con efectos digitales; aunque sí hubo CGI aquí y allá (no desluciendo para nada el resultado), ver ocasionalmente detalles que se notaban hechos a mano o ciertos trucos de cámara le daban una estética que, aunque no sea del gusto de todos, demuestra que se hizo con cariño.

    Gracias por el artículo, ¡es un gustazo leerte!

  2. Yo quise verla en el cine con mi grupo de rol (aunque hace mil que no jugamos) y por causas del destino casi no lo conseguimos. Acabamos en el último cine posible, a una sola hora y gracias, y la disfrutamos como enanos. Me parece magistral el cariño que tiene, el humor y, si tu grupo de juego es un poco absurdo te verás representado.
    El problema de su escaso éxito (ahora está repuntando en netflix al parecer) puede ser lo que comentas pero al volverla a ver en casa con mi pareja, que no ha jugado a rol, la disfrutó muchísimo también aunque se esperaba lo peor. La cuestión es que me da la impresión de que confiaron poco y no se publicitó tanto como debería. Las de superhéroes le gusta a gente aunque no se hayan leído comics, esto también podría haber gustado (y gusta) al publico no rolero.

    Aún conservo esperanzas que pegue fuerte en plataformas y acaben haciendo otra o una serie. Sería una gozada como lo fue la película

    1. Completamente de acuerdo con que podría haberse publicitado mejor, esperemos que le vaya muy bien en Netflix y tengamos una nueva entrega próximamente

    2. Disculpa, no vi tu comentario. ¡Muchas gracias por escribirlo!
      Yo no creo que vayan a hacer otra por mucho que pegue en las plataformas, por desgracia. Pero ojalá….

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