El momento de los héroes (y de los villanos)

Hoy no tenía pensado publicar este artículo.

Y es que ayer terminó el XIII GT de Talavera y, como suelo hacer, una vez que bajan las revoluciones y mi cerebro empieza a procesarlo todo, me quería poner a escribir el resumen correspondiente con todo lo vivido.

Pero cuando he vuelto de ese intervalo lúdico y social tan brutal, de esa desconexión de la realidad, he puesto las noticias.

Y hoy el cuerpo y mi conciencia me piden hablar de otra cosa.

El momento de los héroes…

Por desgracia, es cuando ocurren catástrofes como esta dana cuando salen a relucir los héroes.

Hay infinidad de escenas y anécdotas que me ponen la piel de gallina. Desde aquellos que se jugaron la vida ayudando a los demás en mitad del infierno acuático, hasta los que han ido para allá a colaborar en la medida de lo posible.

Historias de héroes, que son las que necesitamos para seguir el ejemplo. Como el profesor de inglés que rompió una ventana y sacó a varios niños del aula antes de que se anegase de agua y se ahogasen todos; o los agentes de protección civil que sacaron en helicóptero a una señora mayor, subida al tejado de su casa y aferrando a su mascota; o los vecinos que intentaban, desde sus balcones, rescatar a un hombre que estaba subido al techo de su coche; o los que acogieron y dieron refugio, comida y consuelo a los que se vieron atrapados.

Historias que siguen ocurriendo ahora mismo, como las de los voluntarios que han ido para allá a recoger barro, mierda o cadáveres, que hay que tenerlos bien puestos para hacer eso de forma altruista, ¿eh? O las de los otros voluntarios que están haciendo turnos en varias ciudades para organizar la ayuda que viene de todas partes… por ejemplo, según he visto hoy en las noticias, han salido 240 camiones desde Madrid con víveres, utensilios de limpieza y otros enseres.

240 camiones.

Doscientos

cuarenta

camiones

llenos de ayuda.

Mira, yo no sé si lo que cuentan en las noticias es verdad o no, por cada noticia hay al menos dos mentiras, así de manipulado está todo. Pero yo lo que me imagino es una caravana inmensa camino de Valencia. En La jungla 3, el plan del villano es robar 14 camiones de gran tonelaje para llevarse el oro del depósito de Nueva York. Y MacClane lo flipa. 14 camiones de oro frente a 240 camiones de verdadera riqueza. Casi 18 veces más. A mí me cuesta visualizarlo.

Y me ha parecido entender que están llegando 5 camiones POR HORA al pabellón del cristal de la Casa de Campo (donde se organizaron las Freak Wars, para que os hagáis una idea).

En fin, que como sociedad tenemos muchas taras, y muchas veces damos vergüenza. Pero igual somos mejores de lo que creemos.

 

… y los villanos

No voy a poner nombres, porque todos sabemos quiénes son. Y no voy a meterme en el fango (que bastante hay ya) de posicionarme políticamente.

Pero sí quiero dar dos mensajes muy claros, y ojalá sirvan de algo.

El primero es que no debemos darles gasolina a los políticos que sólo miran por su propio beneficio. Que debemos votar con cabeza y con memoria, pero sobre todo, debemos abstenernos de ver enemigos donde no los hay. Aquellos que no piensan como nosotros no son nuestros enemigos, ni nuestros rivales. Son nuestros vecinos, amigos, compañeros… que simplemente tienen ideas distintas, pero que son tan víctimas como nosotros de estas desgracias.

Vamos todos en el mismo barco. No alimentemos más el odio, porque han sido la incompetencia entre administraciones y los intereses partidistas lo que ha provocado que la ayuda no llegase a tiempo. Nadie tiene la culpa directa de lo que ha pasado, pero sí de no haber sabido advertir a tiempo y reaccionar, de no haber tenido la  voluntad de colaborar, y de no dar la cara ahora y asumir responsabilidades. En mi humilde opinión no se salva nadie: ni el gobierno central ni el autonómico. Prefiero quedarme con quien sí ha dado la cara y está dando el callo ahora mismo.

El segundo es que éste es un gran momento para retratar a quienes tenemos cerca. Me refiero a los que se han dedicado, y aún siguen, a saquear comercios, casas, coches… amparándose en una impunidad que no existe y en una especie de sentimiento de «todo vale» para sobrevivir. Porque una cosa es entrar a un súper y llevarte agua, leche o comida, para alimentar a tu familia en un escenario apocalíptico y con una incertidumbre bestial, tras haberlo perdido todo, con miedo, frío y empapado. Y otra muy distinta llevarte televisores o irrumpir en casas ajenas y desvalijarlas, o tratar de sacar provecho con el sufrimiento ajeno.

Mucho ojo con esta «gente», éstos sí que son los verdaderos villanos de la película (los anteriores, me refiero a los políticos, en realidad, creo que pecan más de inútiles y egoístas que de malvados).

Conclusión

Si has llegado hasta aquí, gracias por atender mis palabras. En mi web se habla de juegos, de rol, de warhammer, de cine, de hobbies… de aquello que nos gusta hacer con nuestros amigos. Pero cuando toca bajar la cabeza y pensar en los demás, hay que hacerlo. Y escoger, no en un juego, sino en la vida real, si queremos ser del equipo de los héroes o del de los villanos.

Si queremos ser de los héroes, se puede ayudar de muchas formas: enviando ayuda, si podemos, o ánimos, si no podemos. Pero a lo mejor basta con rebajar el tono, llamar a la calma y centrarse en lo importante, que son las personas.

Si queremos ser de los villanos, podemos ir a tirar piedras o barro, a saquear teles, cagarnos en el sistema y dar rienda suelta a nuestra ira. A molestar, en vez de ayudar. Una ira muy justificada, desde luego, sobre todo si eres vecino de las zonas afectadas, pero por eso tiene doble mérito, en su caso, si escogen el bando de los héroes.

Yo tengo claro mi bando. Si puedo ayudar con algo desde mi humilde posición, decídmelo. Por ejemplo, si alguna biblioteca o colegio necesita algunos ejemplares de mis novelas para reponer su catálogo, encantado les enviaré los que pueda. O cualquier otra cosa que se os ocurra. Escribidme un correo a contacto@tabernadebrottor.com, y lo hablamos.

Y por cierto, mucho cuidado en Cataluña, que por desgracia veo que ahí también está cayendo una buena. Es una nueva oportunidad para decidir bando. Si es el de los héroes, cuidaos, y cuidad a los demás.

Un abrazo a todos los que lo estáis pasando mal. Fuerza.

P.D.: sí, sí, me falta decir que estoy viejo para esto. Vale, ya está dicho.

1 comentario en “El momento de los héroes (y de los villanos)”

  1. Nunca se está demasiado viejo para señalar el buen hacer, ni el mal hacer, ni aportar tu granito de arena. Muy buen artículo.

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