Si me sigues, ya sabes que no soy yo mucho de estas cosas. En mi blog hablo de juegos, de warhammer, de películas y series, de frikadas, vaya.
Y además, tras un par de semanas sin publicar, lo suyo sería seguir haciéndolo. De hecho tengo a medias un artículo sobre varias series.
Pero en esta ocasión el cuerpo me pide otra cosa. No sé si es que estoy yo muy sensible este año, muy cansado, o qué sé yo.
El caso es que noto una especie de mala leche en el ambiente que no me parece normal. Como en la peli de Cazafantasmas 2, pero sin fantasmas (matizo: sin entes ectoplásmicos cabrones, porque fantasmas tenemos de sobra).
Veo a la gente cada vez más polarizada políticamente, está claro que la ineptitud de TODOS los políticos no ayuda, pero noto el ambiente demasiado bronco, y se usan palabras grandilocuentes que no deberían utilizarse tan a la ligera, porque lo único que hacen es avivar las llamas.
Las redes sociales echan humo. Hay algunos a los que les falta tiempo para soltar algún exabrupto o vomitar cualquier opinión sin pararse a pensar ni un segundo en si están haciendo daño a alguien.
Hasta el fútbol, que debería ser una fiesta, se ha convertido en un pozo de mierda que desprende corrupción y violencia: a los muertos durante la construcción de los estadios hay que sumar unos cuantos más durante (creo recordar que han fallecido dos periodistas) y después del Mundial (otras dos víctimas en Argentina «celebrando» la victoria). Y los memes que más se han visto son insultos y burlas a los perdedores.
A todo esto, el ambiente general no ayuda, claro: seguimos con una guerra que supone una amenaza global descomunal, con una inflación desbocada, crisis energética, crisis económica… no sé tú, pero yo sigo acojonado porque un loco con aires de zar amenaza, día sí y día también, con pulsar un botón rojo.
También en el ambiente de nuestros hobbies hay polémicas absurdas, que no pienso sacar a la palestra porque lo que hay que hacer es apagarlas.
No sé, chavales, creo que hay que bajar revoluciones.
Lo voy a poner como título, que queda mejor, y si alguien está haciendo lectura diagonal, así lo ve a la primera.
Hay que bajar revoluciones
Será que me hago mayor, o que estoy aprendiendo a relativizar todo mucho más, pero yo intento calmarme un poco y no participar de esta histeria comunal por casi todo.
Por ejemplo, de nuevo el fútbol. Hace ya unos años que «me quité del fútbol». Sinceramente, no quiero saber nada. Y se vive mucho más feliz, os lo aseguro. De este mundial tan sólo he visto unos minutos: fue la final, y digamos que no me quedó más remedio porque estaba en casa ajena. Me fui a hacer recados aprovechando el descanso antes de la prórroga. Lo repito: soy mucho más feliz desde que el fútbol me la suda.
Para mí este año ha sido complicado. He tenido a dos familiares muy cercanos ingresados con cierta gravedad en el hospital (felizmente, de momento la cosa ha acabado bien), he cambiado de curro y aún me estoy adaptando en el nuevo, y en general, me he visto desbordado y casi sin tiempo para mis cosas (no he jugado ni una sola partida de rol en lo que va de año, y las que he jugado a warhammer se cuentan con los dedos de la mano).
Por primera vez en mi vida, no voy a pisar mi querida Gijón durante las Navidades. Y con esto lo digo todo.
Pero el otro día, mi hijo (3 años) echó la carta a Papá Noel en el buzón correspondiente. Como todavía no sabe escribir, lo que hizo fue recortar los juguetes que pidió de un catálogo, para pegarlos después en la carta. No creo que PN le traiga muchas de esas cosas (ojalá tuviese más medios para ello), pero algo caerá, y la ilusión que le puso compensa cualquier otra cosa.
Eso es lo único que importa. Que me importa.
Chicos, dejaos de gilipolleces. Disfrutad lo que podáis. Tirad unos dados, o tomaos unas cervezas, o las dos cosas y ya el triunfo es total. Comed, bebed, compradle algo bonito a vuestra chica, brindad con la gente porque a lo mejor mañana ya no podéis. Las pequeñas cosas son la verdadera felicidad. Y si no sois muy pronavideños (yo soy el primero que siempre ha despotricado del carácter ultraconsumista y comercial de estas fechas), tampoco os lo toméis muy a pecho, haced la vista gorda y comed un poco de turrón, eso que os lleváis. Y si os toca currar, o estar en el hospital, o lo estáis pasando mal por el motivo que sea, echadle cojones al asunto y apretad los puños, si es acompañados, mejor, y ya vendrán tiempos mejores.
Por favor, menos mala leche y más empatía. Merece la pena.
Y si has llegado hasta aquí, gracias, porque sé que no es el típico artículo y que estarás harto de leer estas cursiladas. Pero hoy, es lo que toca por mi parte.
Os deseo que paséis feliz Navidad y que todos entremos con buen pie en el 2023, que esperemos que sea mejor.
P.D.1: cautelarmente voy a dejar abierta la sección de comentarios, pero no quiero mierdas, como alguien empiece a soltar bilis lo corto rápidamente.
P.D.2: artículos como este demuestran que estoy muy viejo para esto.
Totalmente de acuerdo. Vivimos en un ambiente de crispación promovido por algunos (a río revuelto, ganancia de pescadores). Ser feliz, amable con uno mismo y con los demás es mi forma de rebeldía. Y disfrutar de los momentos que nos da la vida, cosas que hoy tienes y mañana quién sabe si no lamentarás no haber aprovechado, por muy tontas que pudieran parecer. Saludos y Feliz Navidad!
Feliz Navidad, Fer, y gracias por pasarte a comentar
¡Felices fiestas, Brottor! Muy acertada tu entrada y muy necesarios este tipo de mensajes. Coincido en que es esencial saber relativizar, disfrutar del día a día y saber desconectar de los problemas. Suerte que tenemos nuestras aficiones para ayudarnos con ello.
Felices fiestas a ti también, y gracias por comentar
Felices fiestas Brottor, completamente de acuerdo con el fútbol, hace tiempo que no lo sigo y soy mucho más feliz, igual al mundial le hubiese dado un tiento, pero no en esas condiciones. Barro para casa, y ante la enumeración de problemas añadiría la crisis climática, que me tiene bastante preocupado.
Joder, di al intro para salto de línea y me saltó el comentario sin terminar (estoy demasiado viejo para esto). Afortunadamente tenemos un hobby que nos permite vivir muchas vidas y evadirnos nos puede resultar sencillo. Un abrazo muy fuerte
Un abrazo. Y que le den al fútbol, Torres más altas (y mucho más bajas) han caído 😉
Imagino que nos falta a todos algo más de empatía, solidaridad, paciencia, honestidad y respeto por los demás. Y mil virtudes más para tener una sociedad más calmada.
Mensajes como el que has escrito son muy necesarios.
Espero que te vaya genial en tu nuevo trabajo y, oye, quizá no en 2022, ¡pero en enero de 2023 vete a Gijón! ❤️
¡Abrazos enormes, Brottor!
Gracias Fran, un placer verte por aquí. También tengo pendiente una visita a Cádiz, a ver cuándo se puede. Un abrazo
Felices Fiestas Brottor. Que el próximo año te traiga salud y alegría, para tí y los tuyos,,,, y a lo mejor hasta una nueva mini de Dante.
Calla, calla… ¡no juegues con mis esperanzas!