Obi Wan, Andor y Willow, o la importancia de las expectativas

Pues aquí tenemos tres series. Las tres con la misma productora: Lucasfilm. Y las tres con un poderoso trasfondo detrás.

Mucho se ha hablado de estas series en redes sociales. Aquí va mi particular opinión. Intentaré no extenderme demasiado, pero no prometo nada. Voy a ir de menos a más, según mi gusto.

Obi Wan

Iba a decir que empezamos con el plato fuerte, pero sería faltar a la verdad, pues las otras dos también son bastante potentes. Y no me refiero a la calidad, sino a la repercusión.

Y es que no todos los días tenemos delante una serie basada en uno de los personajes más carismáticos de una franquicia tan potente como Star Wars.

Es un difícil precedente, del que Disney ya debería haber aprendido tras la película de Han Solo: cuanto más importante es el personaje, mayores son las expectativas, y por tanto, mayor la decepción de los fans si la película o serie no están a la altura. Y más en un contexto tan despiadado de crítica, en el que no parece haber términos medios: o es una obra maestra o, lo más probable, un bodrio infumable. La gente no admite la gama de grises.

Yo no soy una excepción: no sólo es uno de mis personajes favoritos, también me encanta el actor. Así que, pese a las duras críticas vistas en redes sociales, cogí la serie con ilusión.

El punto de partida no es malo. Se nos presenta a un Obi Wan acabadísimo, que ha perdido su habilidad con la Fuerza y, parece, las ganas de luchar. Es un concepto raro, que choca con el final del Episodio III, en el que no da la sensación de haberse rendido, ni mucho menos. Y desde luego es un extraño precedente, ya que nunca habíamos visto, que yo recuerde, que un usuario de la Fuerza pierda sus habilidades.

Sin embargo, no me desagrada. Entiendo la intención de los guionistas presentando a un héroe que se ve forzado a resurgir de sus cenizas en la hora más oscura. El problema de la serie no es ese. En realidad, debería hablar de los problemas, pues en mi opinión hay dos.

El primer problema de la serie es Darth Vader.

Toma ya, ésta no te la esperabas.

Pero es así. Por mucho que haya una villana principal (luego hablaré de ella), la realidad es que toda la serie va del enfrentamiento entre Obi Wan y Darth Vader. Esto nunca debió ser así. Ya tenemos dos enfrentamientos magníficos entre ambos: Episodio III y Episodio IV. Lo que ocurra entre medias nos da igual, no va a aportar nada. Es más, ya sabemos cómo va a acabar un posible duelo entre ambos, obviamente con ambos vivos. Es una licencia que funciona en el Episodio III porque la consecuencia es la conversión de Anakin en Darth Vader. Pero que en esta serie no supone nada.

Y puestos a comernos un duelo, nos comemos dos. Que sí, muy espectaculares. Que da gusto ver a Darth Vader en acción. A mí me encanta cuando para una estocada con la Fuerza. Pero que en ambos casos el resultado no significa absolutamente nada. Jamás pensé que diría esto, pero creo que estamos hartos de ver este tipo de duelos. Los fans necesitamos cosas nuevas (después hablaré de ello también). Lo de siempre ya aburre, cansa. Aunque mole verlo.

El segundo problema es el lamentable guión. Hay escenas que dan vergüenza ajena, como la «persecución» cuando Leia se escapa, o muchas otras. Es increíble cómo se ha descuidado tanto un aspecto tan importante, teniendo el presupuesto que tenían, a actorazos consagrados al frente de la historia y a otros nuevos que están a la altura. Por cierto, no entraré en la polémica absurda respecto a Moses Ingram: a mí la Tercera Hermana me ha parecido más que correcta. Acojona con sus habilidades y me parece lo suficientemente carismática. Lo único que no me ha gustado es el más que previsible giro final de cambio de bando. De hecho, esperaba que el duelo final fuese con ella, y no con Vader; habría ganado mucho.

En definitiva, una serie que está plagada de pequeños buenos detalles (Leia, las habilidades de Vader, la esperadísima aparición final de Quai Gonn) pero que se ve lastrada por un planteamiento erróneo y un guión lamentable. Una pena. Dicen que puede haber segunda temporada, ojalá aprendan la lección y cierren bocas.

Andor

Seguimos en el universo Star Wars, pero aquí el planteamiento es bien distinto.

Tengo que decir que aquí me pasó al revés que con la serie anterior: las críticas de la gente en redes sociales eran demasiado buenas, mientras que yo acogía la serie con escepticismo porque a mí, en Rogue One, este personaje me pareció demasiado sosainas, desde luego no a la altura de Jyn Erso y Chirrut Imwe.

Y en este sentido me reafirmo: Cassian Andor es el protagonista principal y por eso le da nombre a la serie, pero la serie no va sobre él.

La serie debería llamarse «El origen de la Rebelión», o algo así. Porque Andor no es más que la excusa para mostrarnos los primeros pasos del movimiento de resistencia en medio de un asfixiante Imperio que es un ejemplo de manual de un sistema fascista. Alrededor de Andor tenemos a secundarios de lujo: una maravillosa Mon Monthma, un increíble Luthen Rael (genialmente interpretado por Stellan Skarsgard, que se come la pantalla cada vez que aparece), un tremendo Andy Serkis, que no sale mucho pero lo que sale, se sale, y unos villanos trabajadísimos, que no son los típicos malos-porque-sí, sino que tienen sus vidas, sus anhelos y sus obsesiones, sus defectos y su propia lucha. Las escenas del villano principal (Syril Karn) con su madre o en su puesto de trabajo son impagables.

Mira que a mí Diego Luna me parece un actorazo, pero es que de verdad que su personaje me sobra en todo este tinglado.

En fin, que esta serie tiene todo lo bueno que no tenía la anterior: un guión muy bien trabajado y unos personajes excepcionales. Las comparaciones son odiosas, porque volviendo al tema de las expectativas, no es lo mismo ponerte a ver una serie en la que aparecen Obi Wan y Darth Vader que otra en la que no hay ni un sable de luz. Pero esto también es Star Wars, y aquí se demuestra que cuando nos dan algo distinto y de calidad, el público lo sabe agradecer.

Aún así, quiero insistir en el tema de los extremos: ni Obi Wan es una bazofia infumable, ni Andor es una obra maestra. Creo que aquí las bajas expectativas han hecho que esta serie se haya sobrevalorado un poco.

Grupo de PJs

Willow

He ido de menor a mayor entusiasmo, así que con vuestro permiso me voy a extender un poco.

Willow también tiene un punto de partida muy delicado: por un lado, han tenido que contentar a los fans viejunos como yo, que hemos crecido flipándonos con esta película, y encima utilizando muy poco material trasfondístico oficial, realmente (en la peli no hay mapas, no hay muchos personajes, no hay mucha historia… no hay casi nada), lo que por un lado es una ventaja al tener campo abierto para inventar, pero por otro es una base muy poco sólida; y al mismo tiempo, han tenido que intentar conectar con el público más joven, que puede que ni siquiera conozca la película. A esto hay que añadirle la imposibilidad de contar con Val Kilmer, sin voz y convaleciente por su cáncer de garganta.

Con esto en mente, creo que el planteamiento general ha sido acertadísimo. La serie no tiene grandes aspiraciones rollo Juego de tronos o Los anillos de poder. No hay tanta presión. No es necesario que sea una megasaga. Willow pretende ser una serie de aventuras, fresca, dinámica, moderna, con todo el respeto hacia la película, pero mirando tanto al futuro como al pasado.

El argumento es sencillo: grupo de PJs (con la correspondiente variedad entre ellos) que se embarca en una quest de rescate, a lo largo de la cual van a ir subiendo de nivel y desarrollándose como personajes. Además, no hay mucho prolegómeno, presentaciones justitas y la acción empieza enseguida. Muy fresco, como decía. Y muy rolero, con dungeons y todo.

El punto moderno se lo han dado con varios detalles. La persona a ser rescatada no es una princesa sino un príncipe, ni más ni menos que uno de los dos hijos de Madmartigan y Sorsha. Y al rescate va su hermana, una princesa muy guerrera que, por cierto, además de ser la lideresa del grupo es lesbiana (y su novia es otro PJ, claro). Algo que hace unas décadas habría sido impensable, pero a día de hoy no rechina para nada, a mí por lo menos no me ha rechinado.

Sí me ha parecido un poco raro otro detalle pensado en darle frescura a la serie, y es la extraña costumbre de terminar todos los capítulos con versiones de alguna canción moderna. Por moderna no me refiero al último éxito que suene hoy, sino a versiones de rock, metal, etc. (David Bowie, Metallica…), algo que no pega para nada con un ambiente de fantasía épica medieval. Si yo fuese el responsable de la serie no lo hubiese hecho, pero tengo que reconocer que no me disgusta tampoco. Eso sí, las veces en que suenan las notas de la melodía clásica se me ponen los pelos de punta.

Aunque los nuevos personajes tengan bastante gracia (mención especial para Boorman y su pelazo), es obvio que hay dos nombres indispensables: el propio Willow y Madmartigan. Con el segundo, la solución ha sido elegante: se da una excusa para su ausencia, y no llega a quedar claro si ha muerto o no, dejándolo abierto para el futuro. No obstante, no se le olvida: ya he dicho que sus dos hijos son protagonistas, pero buena parte del argumento gira alrededor de la quest en la que desapareció. Incluso hay un cameo de Christian Slater en un capítulo en el que su personaje se hace pasar por Madmartigan. En fin, una ausencia notable pero bien llevada.

Y luego está el propio Willow. Un Warwick Davies que acusa los años físicamente, como todos, pero que sigue con la misma esencia. El personaje ha evolucionado y ahora es un mago de verdad, o sea, ya no hace trucos baratos de prestidigitador, sino hechizos reales, además de atesorar bastante más sabiduría y de portar la varita de Cherlindrea. Adopta el rol de maestro de Elora Danan (que obviamente ya no es un bebé, sino un personaje más del grupo de PJs) además del de sabio del grupo. Es más cascarrabias ahora, pero motivos no le faltan y no resulta cargante en ningún momento, teniendo además varios momentos de comedia. Es un contrapunto maravilloso con el resto del grupo, que está bien cohesionado.

Quiero resaltar el respeto que hay por la película. Hay referencias a prácticamente cualquier aspecto de la misma: los nelwin, Bavmorda, Airk (colega de Madmartigan), el general Kael (el archienemigo con la máscara de calavera), localizaciones varias, la prueba del dedo, el dragón-troll de dos cabezas… Además, todo aderezado con mucho humor.

– Willow, ¿qué hiciste después de derrotar a Bavmorda?

– Me agarré una buena cogorza.

Sin embargo, hay un par de detalles negativos que también quiero remarcar. Para empezar, los trolls, que hablan con demasiada normalidad; un pequeño detalle, pero muy malo. Pero sobre todo, donde más flojea la serie es en las escenas de acción. O no se ve nada, y tan sólo se nos muestra a algún personaje rematando a una víctima, o se enredan en poses y discursos, pero con poca chicha real. Especialmente el último episodio creo que ha sido una inmensa oportunidad perdida. Es sorprendente lo pobre que ha quedado, siendo una serie que apuesta tanto por el dinamismo.

El tema es que el futuro es incierto. La primera temporada ha sido un buen punto de partida, pero hay mucho por desarrollar. Sin ser una serie sobresaliente, yo me lo he pasado bastante bien. Pero corre mucho peligro de quemarse, habrá que ver cómo plantean la continuación.

Conclusión: Willow es una serie fresca y muy disfrutable, si no se tienen grandes expectativas. De las tres series comentadas en este artículo, ésta es con la que me lo he pasado mejor.

4 comentarios en “Obi Wan, Andor y Willow, o la importancia de las expectativas”

  1. Yo siento ser un poco más «criticón», porque Obi Wan aunque estoy más o menos de acuerdo contigo, tiene momentos y diálogos que no tienen ni pies ni cabeza, Disney y sus franquicias se están volviendo muy cómodos los guionistas y te tienes que tragar lo que te pongan porque sino .., todo se viene abajo; no voy a entrar en detalles por no extenderme demasiado.

    Andor si me ha gustado mucho, empieza algo floja y lenta pero va ganando capítulo a capítulo dejando ganas de más, para mi gusto, junto con Rogue One de lo mejor de Star Wars de acción real de los últimos años.

    Y lo de Willow no tiene nombre, a mi la cultura Woke abrazada por Hollywood ni me molesta ni me deja de molestar, pero si me la vas a meter al menos que no sea con calzador; vi DOOM PATROL, hasta la mitad de la Temporada 3, y me encantó el personaje del Hombre Negativo y los Capítulos con Dani «la Calle», porque me parecieron de muy buen gusto y realización, al igual que el Capítulo 3 de THE LAST OF US, con los «cambios» o aclaraciones con respecto al juego, pero en Willow el guión horroroso y los personajes, lo siento, ni gracia ni cariño, una oportunidad pérdida, porque pago la suscripción a Disney+ sino no en descargar pirata me hubiera molestado, me tuve que volver a ver Willow la película por si es que yo la recordaba con mucho cariño y aprecio pero no era para tanto, pero es que son como la noche y el día, película y serie.

    PD: lo de la música en la serie de Willow a mi no me gustó en la peli de Destino de Caballero y sigue sin gustarme aquí, tal vez en EEUU llegue más al público pero …, a mi me estallaban los tímpanos en ambas producciones.

    1. No lo sientas, que aquí estamos para opinar, y cada cual con lo suyo mientras lo haga con respeto.
      A mí Destino de caballero me dejó a cuadros. Lo difícil es comprender que no pretende tener rigor histórico: está llena de detalles modernos. El personaje de Jocelyn es la prueba total: feminista, con el pelo de colores (¡¡!!) y vestidos sexys, ¡mandando callar a un cura en la iglesia! Hay infinidad de detalles históricamente imposibles pero que son un guiño a la actualidad, como la marca de Nike en la armadura, que además tiene una tecnología mejorada; la música es sólo un detalle más. A mí en esa película no me rechina por eso, porque es sólo un detalle más entre muchos.
      Y me parece un buen ejemplo, Willow va en esa línea. Que guste o no… eso ya es otro cantar.

  2. Voy a comentar sólo Obi Wan porque Andor la tengo pendiente y nunca fui muy de Willow (aunque puede que me la acabe viendo).

    El problema principal, como dices, es cuando haces algo entre un punto A y un punto B conociendo ambos, que sabes que hay cosas que no pueden pasar, quienes no pueden morir. Incluso en series que no son así, cuando sabes que no van a morir ciertos personajes, aun te queda la duda, pero con la certeza absoluta, todo pierde mucho.
    Yo la disfrute, creo, que porque la segunda mitad es bastante espectacular y te dejas llevar, y los actores lo hacen genial, pero es cierto que el guion hace aguas muchas veces, mención especial a la escena del pasadizo, que es en línea recta aparentemente y se cruzan sólo los que el guion quieren que se crucen, andando diferentes personajes a velocidades dispares.

    Una última mención a que no hay escala de grises por esa costumbre muy actual en la que desgraciadamente, todo es o muy malo, vaya bazofia o lo defiendo a muerte como si me fuera la vida en ello. Esperemos que en algún punto vuelvan críticas como la tuya del tipo, me gusta o no me gusta a mi por esto o por lo otro.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio