Pues hoy sí, procedo a relatar todo lo vivido en el XIII GT de Talavera.
El GT de Talavera
Voy a empezar por lo importante.
Que no es WH40k.
Porque, más allá de ser el torneo por equipos más grande del mundo (que ya lo hemos dicho muchas veces pero no está de más recordarlo, porque sigue siendo flipante), se trata de una maravillosa excusa para juntarnos y ver a gente que a lo mejor no veo más a lo largo del año. Por desgracia no puedo asistir a muchos torneos, así que intento no perderme esta cita porque merece la pena.
La cosa es espectacular, más allá de las partidas, que se juegan en un ambiente sano, despejado, bien acondicionado… da gusto. La cosa va de que hay exposiciones de miniaturas, concursos varios, tiendas, cosplayers (aunque me parece que este año vi menos que otros, ahora que lo pienso), ponencias (como la del pintor Sergio Calvo, con quien he tenido la fortuna de compartir experiencia al ser integrante de nuestro equipo hermano, el Culo de Horus), maquetas…
Había una enorme maqueta representando la batalla de Talavera contra el ejército de Napoleón, y para ambientarla, pusieron música ad hoc y había figurantes convenientemente caracterizados. Muy espectacular.
Había un Scalextric orko con coches del Speed Freeks que molaba un puñao.
Y había hidromiel. Menos mal que me pude cortar y sólo le di el primer día.
Pero, sobre todo, tuve la oportunidad de saludar y ser saludado. De ver a gente que hacía un año que no veía. De conocer a nuevos compañeros de dados. De abrazar y ser abrazado. De comerme un mollete de oreja y sentarme a tomar un café o una cerveza con mucha gente. De hablar con lectores, que siempre me llena muchísimo. De comentar las novedades del códex, y lo bien o mal que ha ido cada ronda. De intercambiar dados. De que a mí me llamen Byor y a Byor le llamen Brottor (os sorprenderíais de la cantidad de veces que ha ocurrido en sólo tres días). De reír, sudar y acabar destrozado por el esfuerzo. De vibrar a tope.
De eso va el GT de Talavera.
Antes de ponerme a hablar de listas y demás, de verdad, GRACIAS. Gracias a todos los que habéis venido a saludarme, sobre todo a mis lectores, que me animáis a seguir escribiendo, y a mi colega del patxarán (perdóname si no recuerdo tu nombre, pero ya sabes quién eres). Gracias a los Cobradores por crear este entorno mágico una vez más, a mis compañeros de equipo (Voz y Cobrador) por luchar y disfrutar a mi lado, y a mis rivales, por las partidas que me habéis dado.
Y ahora sí, hablemos de cosas competitivas.
Breve comentario acerca de las matrices
Probablemente muchos no sepáis de qué va esto, así que voy a intentar explicarlo de forma rápida porque creo que es interesante al menos conocer el concepto.
Cuando preparas un pairing a nivel de equipo, lógicamente hay que prever qué le viene bien a cada uno, basándose en la lista propia y en la del oponente. Y así el capitán puede intentar evitar o propiciar determinados cruces. Hay gente a la que esta actividad le resulta tediosa, pero a mí me parece un juego fuera del juego, una ventaja más de los torneos por equipos. Al final, estamos hablando de Warhammer, que es lo que nos gusta, ¿no? En mi caso lo disfruto mucho, porque además esto ocurre en un entorno relajado y rodeado de amigos, ¿qué más se puede pedir?
Pues bien, al preparar matrices tú asignas una puntuación del 1 al 7, intentando predecir el resultado de forma muy teórica. Un 1 es el peor resultado posible, y significa que lo más probable es que termines palmando 0-20; y un 7, lo contrario. El 4 es el empate; un 3 significa perder de poco y un 5 ganar de poco, y ya podéis suponer lo que significan el 2 y el 6.
Pero en la práctica nadie se flipa demasiado por precaución, así que casi nunca se pone un 7. Y nadie se ve tan tan mal como para ponerse un 1. Y, por otra parte, mi amigo Xandre, que de esto sabe un rato (para eso es subcampeón del mundo como capitán), se ha inventado el 4+ y el 4-, como subcategorías que vienen a decir que lo más probable es el empate, pero tirando hacia la derrota / victoria. Esto es útil cuando hay muchos 4s en el equipo, cosa bastante habitual. Porque, al final, de lo que se trata es de comparar con el resto de compañeros del mismo equipo para ver quién se tira a qué.
Dicho esto, quedaos con el tema de las puntuaciones porque servirá para entender mejor mis expectativas en cada partida. Pondré entre paréntesis la puntuación que le di a cada posible lista rival, para que os hagáis una idea.
La táctica de equipo
Ya en el anterior artículo os comentaba cuál era la intención de mi lista, muy extrema, pensada para ir a la yugular, y no tanto para puntuar bien.
La intención, a nivel de equipo, era tener dos listas muy parecidas para lanzar contra quien fuese mal en el combate, en este caso la de Snikch (de custodes) y la mía. Con otras dos listas de disparo muy potente que podrían tanquear bien a casi cualquiera: la de Xandre (con marines del Caos con muchísimo disparo) y la de Logan con sus tau. Otra lista también de disparo con la intención de puntuar bien en todas las partidas posibles: los IKs que llevó Zaphariel. Y por último, nuestra lista más potente: hermanas de batalla llevadas por Samu, que es un fiera y ha jugado muchísimo.
No sé si era un buen plan, pero era un plan. Veamos los resultados (y ya me perdonaréis porque las fotos que he tomado no han sido muy buenas).
Jornada 1
Vs Demonios – Enrique (Freak Factory)
Freak Factory es un equipo que llevaba Orkos (5), Votann (3), Templarios Negros (4+), Demonios (4+), Devoradores de Mundos (5) y Tiránidos (6). Por desgracia, creo que fue al descarte que me tocaron los Demonios, la segunda peor lista que me venía.
Recuerdo la frase de Xandre mientras preparábamos matrices: «a esta lista de Demonios se les mata a disparo». Pues mal empezamos. Probablemente me equivoqué poniéndole un 4+.
Efectivamente, me choqué contra un muro. Porque aunque mi GS aguanta mucho y tengo buena fuente de mortales, las invulnerables se me pueden atragantar bastante, y es lo que pasó. Mi rival lo vio claro y jugó bien, y pudo eliminar el impulsor en turno 2 y matar al capitán con intercesores, y eso le dio media partida.
No obstante, me defendí como gato panza arriba y maté todo lo que pude, consiguiendo así varios puntos de secundarias. Sólo sobrevivió uno de sus grandes demonios, si no recuerdo mal. Un resultado final de 5-15 para mi rival.
Ronda ganada a nivel de equipo, pero malas sensaciones por mi parte, pues no tenía nada rodada mi lista y cometí varios fallos. El esperado 4+ resultó ser una derrota.
Vs Ángeles Oscuros – Lewis (Overmasilla)
El equipo de Overmasilla era uno de los 10 favoritos según la página de Tozudos, así que ya sabíamos que este cruce iba a ser duro. Llevaban Astra Militarum (4-), Ángeles Oscuros (3), Orkos (5), Tiránidos (5), Necrones (3) y Votann (3).
No recuerdo cómo fue el pairing, pero me tocó con los rocosos Ángeles Oscuros. El mejor martillo marine contra el mejor escudo, en este caso llevado por uno de los mejores jugadores de AOs de nuestro país. Probablemente fui muy optimista con ese 3…
La cosa no tiene mucho misterio: en turno 1 sus Vindicators diezmaron a mi Compañía de la Muerte, que terminó de rematar con una buena intervención heroica cuando cargué con los restos en el objetivo central. En el flanco norte, mi Guardia Sanguinaria fallaba una carga de 5+ (repitiendo) contra uno de esos Vindicators, y yo diría que ése fue uno de los momentos decisivos de la partida, porque además de perder un turno precioso y no poder eliminar una de sus mayores amenazas, eso le dio tiempo a sus Deathwing Knights de llegar y trabarse en combate. La GS aguanta mucho, pero los DKs son la repera, y por mucho atacar primero que tuviese, el -1 al daño me anula completamente.
Por el flanco sur la cosa andaba algo mejor: otro Vindicator se me hizo bola y consiguió disputarme todo el rato un objetivo pese a los esfuerzos de Mephiston, que andaba por allí y sobrevivió todo el combate. Me apunté un buen tanto cuando el capitán y los intercesores acabaron con Azrael y buena parte de su guardia, y con Dante ya repartiendo estopa por allí, con la clara misión de arrebatarle el objetivo de su zona de despliegue y puntuar los 20 de la secreta. Pero nada, los DKs se dieron la vuelta y llegaron a tiempo de controlar la situación en el último turno, eliminándome in extremis la posibilidad de conseguir la secreta. Un 0-20 sin paliativos, con algunos errores por mi parte y un juego impecable de mi rival.
Terminaba la jornada con muy malas sensaciones: dos derrotas, una de ellas por KO, y encima ronda de equipo perdida por culpa principalmente de mi partida, ya que el resto de resultados de mis compañeros rondaron el empate. Confieso que me fui al hotel bastante de bajón, no había disfrutado mucho mis partidas, los resultados fueron mucho peores de lo esperado, y me pudo el desánimo. Algún día escribiré un artículo sobre la importancia de la moral de los jugadores, porque creo que es importante.
Jornada 2
Vs Caballeros Grises – Javier Blanco (Guerra Eterna Wargames)
Guerra Eterna llevaban Caballeros Grises (3), Devoradores de Mundos (5), Sororitas (3), Necrones (3), IKs (5) y CKs (5). La cosa pintaba bien, porque buscaríamos que tanto Snikch como yo fuésemos contra los caballeros, del signo que fuese. Lo conseguimos en su caso, pero al descarte tuve bastante mala suerte y me tocó contra los CGs, que me venían muy mal por dos motivos: sus movimientos reactivos, que son una gran herramienta para anular mi movilidad; y sus posibles mortales, por mucho que yo tenga nhd 5+ por estratagema.
A esto hay que sumarle la baja moral que ya traía, aunque el descanso y una buena charla con mi equipo me vino muy bien.
Lo cierto es que ya tenía mi lista más rodada y la controlaba mucho mejor, y creo que en este caso cometí muy pocos fallos. Los termis de los CGs no son como los de los AOs, así que no me daban el mismo miedo.
Mi rival hizo lo que tenía que hacer, jugando a pirarse cuando yo me acercaba, y metiéndose en mi retaguardia con sus mejores unidades. Pero creo que yo contemporicé bastante bien mis martillos y me supe mover con cabeza, aprovechando bien los ingresos rápidos. Dante se dio un festín entrando por el medio en turno 2, y Astorath hizo lo propio en turno 3, mientras Mephiston, el capitán con intercesores y la otra de Guardia Sanguinaria aseguraban mi zona.
Diría que en turno 3 la partida ya estaba muy decantada a mi favor, y en los dos restantes terminé de rematar. Un 20-0 que reforzaba mi moral, sobre todo tras las bajas expectativas que traía. Y ronda que ganaba el equipo.
Vs CKs – Deniz (Balearic Incursion Force)
Los Balearic son un equipo que están muy parejos a nuestro nivel, así que esperábamos una ronda dura pero tirando a empate. Llevaban Necrones (4), Vottan (3), CKs (5), IKs (5), Demonios (4) y Tau (4-). En esta ocasión el pairing salió bien y me tocaron los CKs. Me venían bien porque los CKs van al combate, y con mis pegar primero sabía que lo iban a pasar mal. Las misiones secundarias están casi regaladas con el Bring it down.
Sin embargo, tuve mala suerte con tres cosas: la misión (en la que no se puntúa el objetivo de mi zona de despliegue, lo que me obliga a ir al centro), el objetivo de final de partida, que es el que más puntúa y que estaba en la peor zona de la mesa para mí, y sobre todo el hecho de que tuve la iniciativa. Esto fue clave, pues no pude hacer nada en turno 1 (tenía que esperarle a él, y no ir a lo loco), con lo que sólo tuve 4 turnos para dedicarme a lo que había venido a hacer: destruir.
El guión fue más o menos el esperado: un choque de trenes en el que él me iba a matar más cosas a disparo y yo más a combate. Creo que sólo cometí un error, y no estoy seguro de si lo fue: meter a Dante por ingreso rápido demasiado cerca del objetivo final, con lo que su unidad fue diezmada demasiado pronto. Por lo demás, todo el rato fue más o menos lo mismo: yo maximizaba secundarias pero casi no puntuaba primarias, y él puntuaba más primarias. En el último turno le quedaban dos perros, con los que consiguió hacerse con el control del objetivo principal, puntuando 15 puntos de oro. Me faltó un turno para eliminarlos del todo y puntuarlo yo (de ahí que me viniese tan mal la iniciativa en esta misión).
Pese a todo, 10-10, un empate que me supo bien porque estoy seguro de que, de no haber tenido la iniciativa, habría sido un 15-5. Me veía buen tono de juego y las sensaciones eran muy distintas de las de la jornada anterior.
La mala noticia: que perdimos la ronda por… 2 puntos (que en la práctica es 1, claro). Así que sensación agridulce, pues el cruce tendría que haber sido un empate, pero unos pocos detalles nos mandaron al pozo.
Jornada 3
Vs Tau – Alberto (Fer Blo)
Ojo porque nos sorprendió lo duras que eran las listas de Fer Blo. Si alguien esperaba un cruce sencillo tras dos derrotas de equipo y en una mesa tirando a baja, se equivocaba. Llevaban Necrones (3), Tau (5), Orkos (5), Custodes (5), Astra (4) y Death Guard (3). Y de nuevo me fue bien, midiéndome a los Tau, que ya tengo muy rodados.
Una vez más, no me venía nada bien tener la iniciativa, pero el dado es el que manda. Mi rival jugó de diez, sin cometer errores y haciéndome daño cuando debía hacerlo. Pero yo ya traía mi lista muy bien controlada y supe aprovechar bien mis mejores unidades. En turno 2, cuando vi que no iba a ganar a primarias, decidí abandonar completamente el objetivo de mi zona e ir a saco con la Bladeguard hacia el centro, mientras Astorath y Dante daban buena cuenta de todo lo que pillaban. Mephiston y los intercesores la liaban por el sur, aunque en el toma y daca finalmente mi oponente pudo gestionarlo bien y salió ganando.
Al final, Dante consiguió meterse en el objetivo de mi oponente y puntuar la secreta. Una vez más, creo que la victoria habría sido más abultada de no haber tenido la iniciativa, pero con los pocos restos de su ejército pudo cerrar partida y hacer 9 puntos controlando objetivos y alguna secundaria más. Así que un 11-9, victoria por la mínima pero que me dejó muy buen sabor de boca.
Sin embargo… nueva derrota del equipo, que nos mandaba a las mesas más bajas en la última jornada, con una sensación muy mala porque sabíamos que no estábamos donde nos correspondía.
Vs Mil Hijos – Marcos (Terra Victrix)
Sin matrices, porque no dio tiempo a mirar nada, y con la sensación de que ya, total, da lo mismo, porque el objetivo del equipo no se ha cumplido (aspirábamos a terminar en el tercio superior de la tabla), y para qué negarlo, con mucho cansancio encima, como todos, afrontamos la última ronda más relajados.
Terra Victrix traía Demonios del Caos, Devoradores de Mundos, Mil Hijos, Aeldari, Sororitas y Marines del Caos. No pongo los números porque, como digo, no llegamos a matrizarlos. Pero sí hay una cosa que tenía clara, y es que no quería ver a los Mil Hijos ni en pintura, probablemente mi peor pairing. De hecho eso es lo que le dije a Xandre: ponme lo que sea menos a Mil Hijos.
Pues me consta que lo intentó, pero el descarte es aleatorio, y es lo que tiene. A joderse.
Es una lista que me arrasa: por mucho que yo tenga nhd 5+ contra mortales, hay demasiado disparo, demasiado lanzallamas, y un Magnus al que no le puedo meter tanta mano con el -1 al daño, mi némesis total.
Así que me planteé la partida de forma muy distinta al resto: all in. Todos en mesa y voy a saco, a morir matando. A lo bestia. Modo Dante en el último capítulo de la Devastación de Baal. Sed de Sangre desatada.
Y por una vez… me vino bien tener la iniciativa.
Salió bastante bien. Con la primera de GS destruí el rhino y trabé a unas cuantas unidades que, como era de esperar, no iban a ser capaces de matarles en combate. Y mientras, me posicionaba para más asaltos en turno 2. Trabar a Magnus fue importante para evitar que se moviese por todas partes y me la liase pardísima, así que el sacrificio mereció la pena. Y aunque me comí unos cuantos doombolts y terminé con la CM diezmada, el asalto múltiple del turno 2 terminó de eliminar las principales amenazas. A finales del turno 3, con todos mis vips vivos, sólo quedaba Magnus, ya tocado. Íbamos 17-3, y mi rival propuso pactar dejarlo ahí. Él se esperaba un 20-0, y yo, sinceramente, no tengo muy claro que pudiese rematar a Magnus, así que me pareció bien.
Un 17-3 que, contra mi peor pairing, y sobre todo por la forma de jugar, me ha sabido a gloria bendita. Probablemente fue la partida más divertida de todas.
Ronda ganada por el equipo, y fin de fiesta.
Conclusión de la parte competitiva
A nivel de equipo, un puesto 38 que nos sabe a poco. El objetivo era estar en el primer tercio, y no lo conseguimos aunque estuvimos cerca, e hicimos nuestro peor resultado histórico, quedando en la primera mitad de la tabla. Sin embargo, es posible que sea el Talavera que más hemos disfrutado como experiencia de equipo, así que por ahí bien.
A nivel individual, un puesto 226 (de 588). Lo mismo, me habría gustado estar en el tercio superior. Pero con 3 victorias, 1 empate y 2 derrotas, no puedo quejarme, sobre todo porque he ido de menos a más y me he recuperado del varapalo del primer día.
Mi lista me gusta mucho. No puntúa bien, pero pega que da gusto. Se atragantan las invulnerables y, sobre todo, el -1 al daño. Es un cañón de cristal que hay que saber gestionar muy bien en función de lo que tengas delante. Alguien me preguntó si los AS pegan más que antes… mi respuesta fue que no pegan más, pero sí mejor. He echado mucho de menos mis dreadnoughts, eso sí.
Y termino con una reflexión, que no es mía sino de mi amigo Zaphariel, que comentamos el último día: él argumenta que no hemos visto casi equipos de nivel medio. La cosa es muy extrema, o hay verdaderos profesionales, que son los que están en la parte de arriba, o gente que les falta muchas partidas. Su frase fue que «la clase media está desapareciendo». Entiendo su sensación: creo que no hemos tenido ni un cruce «fácil» y, al mismo tiempo, ninguna de las rondas perdidas fue de paliza, en todas estuvimos cerca del empate y no lo conseguimos por pequeños detalles.
Yo más bien tengo la impresión de que la edición está muy viva y más igualada que nunca. Hasta los equipos y jugadores más casuales llevan buenas listas y saben lo que hacen. Siendo WH40k un juego que nunca estará equilibrado por su propia naturaleza, me parece que estamos en el momento más igualado posible, en el que el buen jugador jugador más experimentado puede brillar, sin importar su facción o su lista.
Por último, el ambiente fue excelente. Los propios Cobradores lo dijeron en más de una ocasión. Por mi parte, espero haber hecho disfrutar a mis oponentes tanto como ellos me han hecho disfrutar a mí, y les doy la enhorabuena por ponérmelo tan difícil y por haber sido unos jugadores de 10.
Extra bonus
Para redondear la experiencia, resulta que participé en el concurso de relatos y fui finalista. Por desgracia no pude llegar al podio, pero posteriormente me enteré de que mi relato quedó 5º entre 75 presentados, así que no está nada mal, y me sirvió para llevarme una novelita de Belisarius Cawl de regalo. Próximamente, lo encontraréis dramatizado en La Voz de Horus.
Y nada más, que esto ya ha quedado largo. Ojalá nos podamos ver en la próxima.